Ya soy ciudadana española!! OLÉ!!!!

Cuánta alegría me embarga en este domingo que ya finaliza. Apenas el segundo día del otoño que ya comienza.La brisa fue distinta en este día. Lloviznó al atardecer, el clima ya comienza a ser inestable.

Me senté en mi máquina y revisando correos, visité mi solicitud del Consulado Español de Rosario por mi ciudadanía española y me encontré con la palabra:- "Concedida"-

Y ha sido un regalo del abuelo Juan Lozano, desde allí desde el cielo. Mi abuelo "malagueño". Recuerdo su sonrisa tan cálida y sus cejas negras anchas. Nacido en capital, Málaga. Era mi padrino además y con esa ternura que lo caracterizó siempre me ha brindado la posibilidad de continuarlo de alguna manera, de sentir el honor de que corra su sangre por mis venas.

Su única nieta mujer, con la que solía comer dulce de batata a escondidas por ser muy golosos ambos. Como esos chorizos colorados o panceta.

Abuelo !!! aún guardo entre mis manos, ese calor que me dejó,- esa noche siendo muy niña- tomar entre ellas ese pollito tan pequeño. Fue antes de dormirme, como para sumar mimos. Ese calor me ha dejado la energía suficiente para darla a todo aquel que la necesite. Se multiplica, siempre están que arden, pocas veces tibias.

Pronto, caminaré por sus calles, mis ojos recorrerán las mismas que él mismo un día. Sin prisa para volver a Argentina. Un sueño propio, que Dios mediante lograré hacerlo realidad. Me llama España, huelo sus aromas, su dulzura de todos ellos cuando se expresan. La amo sin conocerla.

Como también podré conocer al actor Antonio Banderas, pariente de mi abuela malagueña, La Paca, Francisca del Río Banderas. esa diosa que habitó en mi vida, esposa del abuelo Juan.

Conocerán a esta poeta, que vive por y para las letras. Conocerá España mi palabra.

Bailaré una jota, tocaré las castañuelas, multiplicaré la alegría con todos ellos.

Ya soy argentina - malagueña, como suele llamarme mi amigo bloggero andaluz- Alfonso Saborido.

Es un regalo con moños de seda, castañuelas, mantecados españoles, arroz con leche con canela y ese salero con que uno cuenta.