Llegué terminada la tarde , a tomar unos mates con mis hijos.
Y me sorprendió ese amigo mío , con quien tanta comunión tenemos.
Con un abrazo de recibimiento.
Esa fidelidad única, ese saber que - la abueli - compinche de él estaba en su hábitad.
Y me levantó en el aire pasando entre mis piernas y apoyó sus patas sobre mis hombros .
La ternura de una mascota es otro regalo de la vida, invita a tener la propia en corto plazo.
Recuerdo la secuencia hace años , de mi hijo para convencerme que adquiriría un Rodwailler . : Mamá....le vas a poder hablar"
todo lo que quieras!!!
Y mientras - BLas - crecía , él y yo iniciamos un dialogo único, de respeto, afecto, cariño, como todos los abuelos con sus nietos.
Nos une "una complicidad" encantadora de ternura toda.
Nuestros juegos, escondites, acompañarlo a su vera, mientras come su alimento y saber que antes y después le lavo el plato y le cambio el agua!!
Cómo me identifica con esos cuidados y mimos!!
Y - travesuras nuestras"
Gracias "BLAS" por acariciarme en esta vida!!!
Nerina Thomas
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