Silencioso como las ausencias definitivas
cauto y respetuoso como pocos
su presión arterial surgió por callar tanto
trabajador incansable y honorable
nos amó con sus cuidados impecables
y se fue agotado de tanto amarnos.
Hoy habita, sabrá Dios dónde
en qué estrella, dimensión
solo se que su fortaleza la heredé
como esos dotes de imperios únicos
para caminar hasta llegar a su vera.
Las hijas mujeres admiramos al viejo
cuando él nos ha respetado incondicionalmente
nos ha desbordado de códigos y principios
con mandatos de honor y entereza.
De corazón - humilde - y - grande -
por los remos , su deporte
y ese amor que lo habitó
desde que llegó a la tierra.
Por qué me hiciste tan sensible viejo?
Me lo pregunto todos los días
Escribía a escondidas , lo hacía
y dejaba en su cartero mis líneas
agradeciendo sus cuidados y respeto.
Hizo lo que pudo, como todos
nunca olvido sus zapatos tan lustrados
como el saber escucharme, acompañarme
y ese tiempo dedicado a mi hijo de niño
como su risa cuando me contaba
lo feliz que le hacía su presencia.
Su mano fue mi guía cada día
me sostuvo desde niña
era tibia, cálida y limpia
como su misma vida.
Hoy hasta le perdono su mandato
- a mi hijo -
- nunca dejes a tu madre sola -
Hizo lo que pudo, ya se iba.
Su hija
Nerina Thomas
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