Un Mimo

Siempre me maravillaron. Este fin de semana, tuve la dicha de tener uno a mi lado.

Esperé ansiosa ese momento.

Pude conocerlo.

Esas comisuras en su rostro, marcando una sonrisa permanente. Blanca su piel como su cara.

Hablaba con su silencio profundo. Expresaba en la mirada todas las incógnitas, los enigmas de quien sabe qué cosa.

Sus manos cubiertas por unos guantes blancos como la luna en estas noches de verano.Se deslizaban de lado a lado, como recorriendo el universo.

Sus ojos apenas se abrían, aplaudiendo sus pestañas al hacerlo.

Olia a aire de violetas y a flor de Orleans, mi perfume predilecto.

Una flexibilidad en su cuerpo nunca antes conocida, horas de gimnasio le permiten lucirse en sus movimientos. El silencio lo distingue al igual que sus malabares poniéndole brillo.

Habita en él, la ternura manteniendo la templanza a cada instante en su manera.

Me fascinó estar tan cerca.

Mis retinas fotografiaron ese tiempo. Cada pausa, gesto. He atesorado el encuentro.

Un territorio de ternura, todo él!!!
Mi niña interna estuvo de fiesta.