Nada muere en uno
Nada
Llueve afuera
Afuera la tristeza
Y hay en el alma una luz de taller
de ventana abierta a la luna
y las manos unidas en rondas
aún en la infancia más dura
Se alejan los ángeles
No mueren
Se alejan
y nos dejan su vuelo
Nada muere
ni la tierra que engendra sus lilas
reseca
Roberto Esmoris Lara 2013/ esmorislara@gmail.com
Mar del Tuyú/ Buenos Aires
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