martes, 29 de noviembre de 2016

- Que me palpen de armas -



Creo en el amor como en la experiencia más maravillosa de la existencia y como generador de toda clase de alegría; y en el amor correspondido como en la felicidad misma. Pero no fui educado para él, ni para la felicidad, ni para el placer. Porque fui advertido malamente contra la entrega y el gozoso abandono que supone.
Cada día, entonces, todavía, es una ardua conquista, una transgresión, una desobediencia debida a mí mismo, una porfía. La laboriosa tarea de desaprender lo aprendido, el desacato a aquel mandato primario y fatal, aquel dictamen según el cual se gana o se pierde, se ama o se es amado, se mata o se muere.
La vida, por lo tanto, no me ha endurecido. Ese sea tal vez mi mayor logro. Que me palpen de armas. Dejo a un lado, si es que alguna tuve o me queda, toda arma que sirva para volverse temible, para someter, para acumular, para ser poderoso, para triunfar en un mundo de mano armada en el que la felicidad se compra con tarjeta de crédito.
No quiero que la lucidez me cueste la alegría ni que la alegría suponga la negación o la ceguera. Pero no me es fácil. Me cuesta vivir a contratiempo, con la sensación de ser testigo de un desatino histórico gigantesco, de un extravío descomunal, tan irracional, absurdo o desolador como la bomba de neutrones. No entiendo al mundo. Me parece, como dice Serrat, que ha caído en manos de unos locos con carnet. Me siento ajeno a la debacle pero en medio de ella.
Mi vida es apenas un instante en el océano del tiempo y es como si quisiera que ese instante fuera sereno y hondo en medio de una ensordecedora discoteca o de un holocausto definitivo siempre a punto de estallar. Me desazona la banalización de la vida, la ostentación, la deshumanización salvaje de los poderosos, la aceptación y el elogio del "sálvese quien pueda", la práctica y la prédica del desamor y de la histeria. Me descorazona la idiotez colectiva, la idealización de lo superfluo, el asesinato de la inocencia, el descuido suicida de lo poco que merecería nuestro mayor esmero, el desconocimiento o el olvido de nuestra propia condición.
Me conmovió no hace mucho que el cosmólogo Sagan, en un artículo extenso, escrito como desde un punto perdido en el infinito del espacio, desde el cual el mundo se observa como una bolita cachuza, terminara diciéndonos: "besen a sus hijos". Escuchemos a esos hombres; sigámoslos, leamos a los poetas; no permitamos que el misterio de la existencia deje de estremecernos cada día, porque es el costo más alto que podemos pagar por nuestra necedad y nuestra omnipotencia.
La vida de un árbol merece nuestra devoción y nuestro más grande regocijo. Al amparo gozoso de su sombra, acariciados por la tibieza de la luz del sol y abrumados por el sonido mágico e irrepetible de su follaje mecido por la mano invisible del viento, estaremos a salvo de la alienación y de la orfandad; siempre y cuando seamos capaces de apreciar esa gloria, mientras nos sea posible, y de reconocer en ella nuestra mayor riqueza.
Que la muerte no nos hiera en vida, que la ferocidad no nos pueda el alma, que nada troque nuestra dicha de estar despiertos, que una caricia nos atraviese como una flecha jubilosa y radiante. Besemos a los que amamos, amémosnos.

Óscar Martínez

domingo, 27 de noviembre de 2016

Fidel y García Márquez

Gabriel García Márquez fue amigo de Fidel Castro. Esta relación fue criticada, pero Gabo no la ocultó.
A propósito de la muerte del líder cubano, recordamos el texto de Gabo que Granma publicó en 2009.

El Fidel Castro que yo conozco

Su devoción por la palabra. Su poder de seducción. Va a buscar los problemas donde estén. Los ímpetus de la inspiración son propios de su estilo. Los libros reflejan muy bien la amplitud de sus gustos. Dejó de fumar para tener la autoridad moral para combatir el tabaquismo. Le gusta preparar las recetas de cocina con una especie de fervor científico. Se mantiene en excelentes condiciones físicas con varias horas de gimnasia diaria y de natación frecuente. Paciencia invencible. Disciplina férrea. La fuerza de la imaginación lo arrastra a los imprevistos. Tan importante como aprender a trabajar es aprender a descansar.
Fatigado de conversar, descansa conversando. Escribe bien y le gusta hacerlo. El mayor estímulo de su vida es la emoción al riesgo. La tribuna de improvisador parece ser su medio ecológico perfecto. Empieza siempre con voz casi inaudible, con un rumbo incierto, pero aprovecha cualquier destello para ir ganando terreno, palmo a palmo, hasta que da una especie de gran zarpazo y se apodera de la audiencia. Es la inspiración: el estado de gracia irresistible y deslumbrante, que sólo niegan quienes no han tenido la gloria de vivirlo. Es el antidogmático por excelencia.
José Martí es su autor de cabecera y ha tenido el talento de incorporar su ideario al torrente sanguíneo de una revolución marxista. La esencia de su propio pensamiento podría estar en la certidumbre de que hacer trabajo de masas es fundamentalmente ocuparse de los individuos.
fidel-castro-y-garcia-marquez
Esto podría explicar su confianza absoluta en el contacto directo. Tiene un idioma para cada ocasión y un modo distinto de persuasión según los distintos interlocutores. Sabe situarse en el nivel de cada uno y dispone de una información vasta y variada que le permite moverse con facilidad en cualquier medio. Una cosa se sabe con seguridad: esté donde esté, como esté y con quien esté, Fidel Castro está allí para ganar. Su actitud ante la derrota, aun en los actos mínimos de la vida cotidiana, parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria. Nadie puede ser más obsesivo que él cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimétrico, en el que no se empeñe con una pasión encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: Las cosas deben andar muy mal, porque usted está rozagante.
fc-gm1
Las reiteraciones son uno de sus modos de trabajar. Ej.: El tema de la deuda externa de América Latina, había aparecido por primera vez en sus conversaciones desde hacía unos dos años, y había ido evolucionando, ramificándose, profundizándose. Lo primero que dijo, como una simple conclusión aritmética, era que la deuda era impagable. Después aparecieron los hallazgos escalonados: Las repercusiones de la deuda en la economía de los países, su impacto político y social, su influencia decisiva en las relaciones internacionales, su importancia providencial para una política unitaria de América Latina… hasta lograr una visión totalizadora, la que expuso en una reunión internacional convocada al efecto y que el tiempo se ha encargado de demostrar.
Su más rara virtud de político es esa facultad de vislumbrar la evolución de un hecho hasta sus consecuencias remotas… pero esa facultad no la ejerce por iluminación, sino como resultado de un raciocinio arduo y tenaz. Su auxiliar supremo es la memoria y la usa hasta el abuso para sustentar discursos o charlas privadas con raciocinios abrumadores y operaciones aritméticas de una rapidez increíble.
Requiere el auxilio de una información incesante, bien masticada y digerida. Su tarea de acumulación informativa principia desde que despierta. Desayuna con no menos de 200 páginas de noticias del mundo entero. Durante el día le hacen llegar informaciones urgentes donde esté, calcula que cada día tiene que leer unos 50 documentos, a eso hay que agregar los informes de los servicios oficiales y de sus visitantes y todo cuanto pueda interesar a su curiosidad infinita.
Las respuestas tienen que ser exactas, pues es capaz de descubrir la mínima contradicción de una frase casual. Otra fuente de vital información son los libros. Es un lector voraz. Nadie se explica cómo le alcanza el tiempo ni de qué método se sirve para leer tanto y con tanta rapidez, aunque él insiste en que no tiene ninguno en especial. Muchas veces se ha llevado un libro en la madrugada y a la mañana siguiente lo comenta. Lee el inglés pero no lo habla. Prefiere leer en castellano y a cualquier hora está dispuesto a leer un papel con letra que le caiga en las manos. Es lector habitual de temas económicos e históricos. Es un buen lector de literatura y la sigue con atención.
Tiene la costumbre de los interrogatorios rápidos. Preguntas sucesivas que él hace en ráfagas instantáneas hasta descubrir el por qué del por qué del por qué final. Cuando un visitante de América Latina le dio un dato apresurado sobre el consumo de arroz de sus compatriotas, él hizo sus cálculos mentales y dijo: Qué raro, que cada uno se come cuatro libras de arroz al día. Su táctica maestra es preguntar sobre cosas que sabe, para confirmar sus datos. Y en algunos casos para medir el calibre de su interlocutor, y tratarlo en consecuencia.
No pierde ocasión de informarse. Durante la guerra de Angola describió una batalla con tal minuciosidad en una recepción oficial, que costó trabajo convencer a un diplomático europeo de que Fidel Castro no había participado en ella. El relato que hizo de la captura y asesinato del Che, el que hizo del asalto de la Moneda y de la muerte de Salvador Allende o el que hizo de los estragos del ciclón Flora, eran grandes reportajes hablados.
Su visión de América Latina en el porvenir, es la misma de Bolívar y Martí, una comunidad integral y autónoma, capaz de mover el destino del mundo. El país del cual sabe más después de Cuba, es Estados Unidos. Conoce a fondo la índole de su gente, sus estructuras de poder, las segundas intenciones de sus gobiernos, y esto le ha ayudado a sortear la tormenta incesante del bloqueo.
En una entrevista de varias horas, se detiene en cada tema, se aventura por sus vericuetos menos pensados sin descuidar jamás la precisión, consciente de que una sola palabra mal usada puede causar estragos irreparables. Jamás ha rehusado contestar ninguna pregunta, por provocadora que sea, ni ha perdido nunca la paciencia. Sobre los que le escamotean la verdad por no causarle más preocupaciones de las que tiene: El lo sabe. A un funcionario que lo hizo le dijo: Me ocultan verdades por no inquietarme, pero cuando por fin las descubra me moriré por la impresión de enfrentarme a tantas verdades que han dejado de decirme. Las más graves, sin embargo, son las verdades que se le ocultan para encubrir deficiencias, pues al lado de los enormes logros que sustentan la Revolución los logros políticos, científicos, deportivos, culturales, hay una incompetencia burocrática colosal que afecta a casi todos los órdenes de la vida diaria, y en especial a la felicidad doméstica.
Cuando habla con la gente de la calle, la conversación recobra la expresividad y la franqueza cruda de los afectos reales. Lo llaman: Fidel. Lo rodean sin riesgos, lo tutean, le discuten, lo contradicen, le reclaman, con un canal de transmisión inmediata por donde circula la verdad a borbotones. Es entonces que se descubre al ser humano insólito, que el resplandor de su propia imagen no deja ver. Este es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciables, con una educación formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal.
Sueña con que sus científicos encuentren la medicina final contra el cáncer y ha creado una política exterior de potencia mundial, en una isla 84 veces más pequeña que su enemigo principal. Tiene la convicción de que el logro mayor del ser humano es la buena formación de su conciencia y que los estímulos morales, más que los materiales, son capaces de cambiar el mundo y empujar la historia.
Lo he oído en sus escasas horas de añoranza a la vida, evocar las cosas que hubiera podido hacer de otro modo para ganarle más tiempo a la vida. Al verlo muy abrumado por el peso de tantos destinos ajenos, le pregunté qué era lo que más quisiera hacer en este mundo, y me contestó de inmediato: pararme en una esquina.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Diego Valente

No llores por tu llanto
No evites lo inevitable
No luches en contra de quienes declaran la lucha
No insensibilices tu sensibilidad.
No pidas. Mejor ofrece
No intentes conseguir. Simplemente se
No presiones. Suelta, fluye, descansa
No temas. Solo ama.
Ama con el corazón, no con la mente
La mente no puede ni sabe amar de verdad
Ama a partir de los dictámenes del alma y deja que su estado de paz le sea transmitido a tu cuerpo.
Se consciente de este hermoso cambio de energía.
Expresa el maravilloso milagro que significa amar de este modo.
Compártelo, entrégalo, haz que el resto pueda, no solo verlo, sino sentirlo.
Lleva su potencia inigualable dondequiera que vayas.
Inspira y expira este amor. Agradece a la vida tantas veces como sean necesarias.
Sin forzar nada en absoluto, te encontrarás iluminando el mundo de quienes más lo necesitan... y el tuyo propiamente.
Ya no evites el milagro...
Ama, y acepta el hecho de ser amado.
Juega. Prueba. Anímate.

domingo, 13 de noviembre de 2016

-Ale Barajas Cartas sin destino.

Ha llegado el día en que debo dejarte partir y no es fácil, te he amado lo suficiente como para confundir tu vida con mi vida y no recordar a quién de los dos le gustaba el café.
No sé cómo dejarte ir, como despedirme de cada una de las sonrisas que hiciste que despertaran en mí, no sé como olvidar las ilusiones, los buenos momentos y los te quiero que fuiste tejiendo en mi corazón.
Estoy aquí con todo este amor que te pertenece, parada en el marco de la puerta que te dio la bienvenida y hoy te despide, y no, no es fácil aceptar el hecho de saber que no estás.
He vuelto al camino donde el silencio y la soledad me comprenden, donde ellas se vuelven el centro de mi existencia encaminándome al sendero del olvido, en el cuál viví por tantos años.
Ya no veré tus ojos, ni sentiré tus manos, por primera vez después de tanto tiempo siento este dolor que hace llorar a mi alma. La vida es tan corta la felicidad es tan fugaz, he visto tantos amigos llegar a mi vida irse, y hoy es el tiempo que partas tú.
Te vas dejándome el alma llena de besos y de ternura, dime a dónde debo de ir. En la alcoba te esperan todas esas cosas con las que me hacías reír. He rezado al cielo por abrir esta puerta y verte una vez más, pero no estás.
No sé cómo dejarte ir, no sé como despedirme de todo este cariño que despertaste en mí y me mantiene viva. No sé cómo decirte adiós sin que me duela.
-Ale Barajas
Cartas sin destino.

martes, 8 de noviembre de 2016

Qué es el Co-housing:

Qué es el Co-housing: Casas para envejecer con los amigos

Desde hace unos años en España y en Estados Unidos han surgido pueblos donde los adultos mayores poseen sus viviendas individuales pero comparten servicios comunes y actividades recreativas y sociales.

589K
Por Clarin.com

La mayoría de las personas fantasea, en algún momento de la vida, con vivir cerca de los amigos. El sueño de la juventud ahora es posible pero en la adultez. Desde hace unos años en España y en Estados Unidos, entre otros países, ha surgido un nuevo sistema de casas colaborativas conocidas como Co-housing.

Se trata de un pueblo o comunidad formada por viviendas individuales pero donde las personas comparten servicios comunes, actividades sociales y recreativas, comedores y, fundamentalmente, disfrutan de la vida con amigos o con sus pares. Esto surge como consecuencia del crecimiento de la expectativa de vida y, además, ante el elevado índice de personas mayores que viven solas.
cohousing-4_opt(800x600)
Esta tendencia también se observa en personas más jóvenes. Un claro ejemplo se observa en Estados Unidos, en las afueras de Austin, Texas, donde cuatro parejas amigas durante 20 años construyeron sus casas frente a río del Llano para vivir cerca y compartir momentos juntos.
Lea también: ¿Qué es la economía compartida? Renueva la forma de producir y consumir al 2030

Las casas fueron diseñadas por el arquitecto Mateo García, quien buscó que sean sustentables. En los exteriores se colocó acero corrugado que permite reflejar la luz solar, y de esta manera, mantener fresco el interior en verano, y ventanas aislantes especiales. También poseen techos inclinados con barriles para contener hasta 20.000 litros de agua de lluvia, algo fundamental en la zona que se caracteriza por ser muy árida.

Los interiores, en tanto, son de madera contrachapada, un acabado no es muy costoso y brinda mayor calidez y bienestar.

Cada casa tiene una superficie de 37 metros cuadrados y posee un vestíbulo; un baño; un área para el descanso conformada por una cama matrimonial, un sofá y un escritorio con biblioteca; y una cocina integrada. Su costo es de alrededor de US$ 40.000.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Masa Básica Para Preparar Bocaditos

Masa Básica Para Preparar Bocaditos

“Eres feliz, si vives cada momento, aprovechando al máximo todas las posibilidades.” (Wayne W. Dyer)

Ingredientes:

  • 1 taza de harina de trigo
  • ½ cucharadita de sal
  • ½ taza de mantequilla (ni derretida, ni muy dura)
  • Agua fría, en la cantidad necesaria

Preparación:

  • Mezcla y tamiza tanto la harina como la sal. Coloca en un tazón.
  • Agrega la mantequilla y trabájala con dos cuchillos hasta reducir la mezcla
    a migas.
  • Añade agua fría poco a poco, revolviendo con un tenedor hasta formar una
    masa de consistencia regular, ni muy dura ni muy blanda.
  • Envuelve en papel film y enfría durante 15 a 20 minutos.
  • Estira la masa sobre la mesa con harina, y déjala de ½ centímetro de espesor.
  • Corta la forma que desees con un corta-pastas.
  • Ponla en el horno muy caliente, de 13 a 20 minutos.
Con esta masa puedes hacer variaciones como: brioches, masa de hojaldre,
etc. Se le puede agregar otros ingredientes para hacer scones, pan, y tartaletas.

Equivalencia de Medidas:

Para facilitar la preparación de las recetas, les ofrezco las equivalencias
de cucharadas, cucharaditas, tazas, y vasos, expresadas en gramos.
Harina = 1 cucharadita al ras equivale a 3 gramos
Harina = 1 cucharadita colmada equivale a 5 gramos
Harina = 1 cucharada al ras equivale a 10 gramos
Harina = 1 cucharada colmada equivale a 20 gramos
Harina = 1 taza al ras equivale a 115 gramos
Harina = 1 taza colmada equivale a 140 gramos
Azúcar = 1 cucharadita al ras equivale a 5 gramos
Azúcar = 1 cucharadita colmada equivale a 7 gramos
Azúcar = 1 cucharada al ras equivale a 15 gramos
Azúcar = 1 cucharada colmada equivale a 25 gramos
Azúcar = 1 taza al ras equivale a 200 gramos
Azúcar = 1 taza colmada equivale a 230 gramos
Liquido = 1 cucharadita equivale a 5 gramos
Liquido = 1 cucharada equivale a 15 gramos
Liquido = 1 taza equivale a 250 gramos