lunes, 9 de septiembre de 2013

adagio de mar



era tímido el sol
es cierto
y las gaviotas eran gendarmes de paz recorriendo su feudo de arena

cómo resistir de pie tanta llanura
si hasta las acacias declinan sus principios

una vez me contaste que tu río arrancó un monumento de la plaza
y ya nadie volvió a clamar por justicia

bien
por aquí los días dorados ya no florecen en septiembre
y ya nadie llora a sus muertos por honor a la ausencia
la memoria no es virtud de lo eterno
y hay un lugar en el alma ritual del Universo donde todo permanece

puede ser que ese barco que creo ver entre la bruma te lleve atada
en la cubierta
o sea nada más que el sol amaneciendo este pueblo transitorio
donde bosteza la esperanza y languidece el tiempo

Roberto Esmoris Lara

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