lunes, 21 de noviembre de 2011

Llueve en esta madrugada



Luis Pescetti y Juan Quintero: Cartas al Rey de la Cabina (completo)
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Y mientras escucho caer la lluvia y me deleito con un video de - Juan y Luis - que acompañan a mis letras, escribo.
Porque hace días que no plasmo unas líneas, por estar "viviendo". Atesorando encuentros que alimentan el alma.
Celebrando - la vida - con gente querida.

Ganandome el pan dignamente, sumando los muchos poquititos para sostenerme.
Digo - pan - hablando literalmente, pues tuve que dejar las harinas, porque el peso se había escedido a lo que mi columna puede sostener.
Los fideos, como primer plato en Italia, al mediodía y por la noche y todos los otros alimentos , a veces no necesarios, pero agradecidos por tanto homenaje para quienes fuimos representando al país.
La falta de las horas de natación y gimnasio, la vida sedentaria que terminó todo en el traumatólogo , por la dolencia del metatarso y el dedo martillo, todo apoyado en los pies. En la base que nos sotiene.
Y hasta que llega el límite, no advertimos su importancia. La columna, la cervical .
Muchas horas de teclado, con la mala postura al sentarme.

Llueve y escucho unas Cartas de Amor de Paloma. - por "Juan y Luis "
Y una música que deleita mis oídos.
Un domingo despertando sin reloj que suene. Un baño de tiempo sin límites, donde el agua cae sobre mi pelo dejando fuera energías que uno acumula siempre.
Un timbre que suena y ya a esta altura, no salgo mas apurada de la ducha. Respeto mi tiempo. Me quiero.

Una tarde con mi tía Elsa, quien ocupa ese espacio de "La Madre" y confesiones que escucha y sugiere sabiamente.
Un domingo que ya se ha marchado y queda en el pasado.
El mismo que forma mi historia. La vida misma.

Y sueños que plasmaré en el momento adecuado, con la perseverancia habitual y esas ganas de vivir nata en mi.
Llamados de amigos que siempre son bienvenidos!!! por el cariño con que me abordan y me cuentan para compartir sus cuitas y las mías.
Noviembre huele a flores, aunque llueva y en mi mesa de living se lucen las flores recibidas, ese centro de mesa cuando hace días hubo fiesta.
Como el perfume dulce que huele mi piel , detalle de alguien que registró mi elección por él.
Mimos, de esos que invitan a sentirse considerada y querida y - mujer - .

Un domingo en paz, con las plantas felices de recibir las gotas de lluvia .
Cena con amigos, compartiendo su mesa y recibiendo la energía nueva que cae tan fuerte y tan pocos advierten.
Pocos se prepararon para este tiempo.
No será fácil y estaré atenta a contenerlos, desde mi humildde aprendizaje. Hay mucho por hacer por la humanidad toda.
He elegido hacerlo y ya en horas, el gabinete recibe a quienes no pueden solos recibir los cambios.
El Cielo me lo propuso y acepté el hecho.
Mañana, alguien dirá: - Nerina - ha dejado un legado, colaboró desde el - Amor Universal - con "REIKI" y " ZEN" para mostrarnos que la vida es un paseo y hay que transitarlo con alegría.

Nerina Thomas

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