Un amor indeciso se ha acercado a mi puerta...
Y no pasa; y se queda frente a la puerta abierta.
Y no pasa; y se queda frente a la puerta abierta.
Yo le digo al amor: –¿Que te trae a mi casa?
Y el amor no responde, no saluda, no pasa...
Y el amor no responde, no saluda, no pasa...
Es un amor pequeño que perdió su camino:
Venía ya la noche... Y con la noche vino.
Venía ya la noche... Y con la noche vino.
¡Qué amor tan pequeñito para andar con la sombra!...
¿Qué palabra no dice, qué nombre no me nombra?...
¿Qué palabra no dice, qué nombre no me nombra?...
¿Qué deja ir o espera? ¿Qué paisaje apretado
se le quedó en el fondo de los ojos cerrados?
se le quedó en el fondo de los ojos cerrados?
Este amor nada dice... Este amor nada sabe:
Es del color del viento, de la huella que un ave
Es del color del viento, de la huella que un ave
deja en el viento... –Amor semi-despierto, tienes
los ojos neblinosos aun de Lázaro... Vienes
los ojos neblinosos aun de Lázaro... Vienes
de una sombra a otra sombra con los pasos trocados
de los ebrios, los locos... ¡Y los resucitados!
de los ebrios, los locos... ¡Y los resucitados!
Extraño amor sin rumbo que me gana y me pierde,
que huele las naranjas y que las rosas muerde...,
que huele las naranjas y que las rosas muerde...,
Que todo lo confunde, lo deja... ¡Y no lo deja!
Que esconde estrellas nuevas en la ceniza vieja...
Que esconde estrellas nuevas en la ceniza vieja...
Y no sabe morir ni vivir: Y no sabe
que el mañana es tan sólo el hoy muerto... El cadáver
que el mañana es tan sólo el hoy muerto... El cadáver
futuro de este hoy claro, de esta hora cierta...
Un amor indeciso se ha dormido a mi puerta...
Un amor indeciso se ha dormido a mi puerta...
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