
Voy a escribirle un poema a la lluvia, que se asemeja a una cortina a veces, pues casi siempre la acompaña un rayo o varios y el viento la anuncia por ser prudente.
Salpica, moja y hasta si usamos anteojos nos empaña los vidrios. Los sembrados la aclaman. El trigo la ama como nadie. La soja la necesita.
Los niños añoran su llegada, pues corren a buscar las botas que evitan mojar sus dedos o arruinar sus zapatos. Pues su visita, le permiten chapotear tantas veces mientras van y vienen.
Todos los autos se limpian juntos y las veredas, las calles y los vidrios ni hablar.
Hay sin duda, quien la junta en un recipiente, destilada la llaman.
Y nos rocía si es tenue, hasta nos detiene bajo un lugar cubierto.
Parece un concurso de paraguas la calle, de tanto apuro uno se choca con ellos.Casi nunca además están en condiciones. como no llueve permanentemente no se tienen en cuenta.
Ese apuro nuestro.... por vivir!!
Llueve y me nació esto de escribirle a la lluvia.
Guardo recuerdos muchos, de momentos compartidos con ella. Generalmente nos despeina,Nos des prolija el cabello, lo desordena y en esos momentos nos vemos distintos.
De vez en cuando , hace bien cambiar de aspecto.
Y mientras todos se apuran, el tránsito se amontona, como que cada uno quiere llegar primero.Pocos la disfrutan - no hay tiempo - Eso creen todos. Ni la tienen en cuenta.
Guarda secretos y cuan bellos!!
Nos salpica, nos inunda según el desagüe de la zona donde se viva. Si estamos de a pie, lloviendo mucho no se consigue un carro vacío y se ponen contentos los que viven de ellos, pues su jornal se incrementa.
Al mojarse las calles...el tráfico es peligroso. Aturden los bocinados y es allí cuando nadie respeta a nadie, menos que de costumbre.
Por qué lloverá a veces?
Porque el cielo llora, porque las nubes estallan o quizás porque hay fiesta allá lejos!
Porque se necesita por sobremanera.
Si llueve poco, todos rezongan. Si mucho, todos se mojan. Nunca nadie está de acuerdo. Como casi siempre por todo.
Es parte de la naturaleza.
Habrá que aprender a recibirla. A disfrutar todo lo bueno que nos deja.
Como a cada cosa.
Hoy llueve, como tantas veces y nacieron letras para escribir de ella.
Tiene su encanto. Sólo hay que descubrirlo.
Salpica, moja y hasta si usamos anteojos nos empaña los vidrios. Los sembrados la aclaman. El trigo la ama como nadie. La soja la necesita.
Los niños añoran su llegada, pues corren a buscar las botas que evitan mojar sus dedos o arruinar sus zapatos. Pues su visita, le permiten chapotear tantas veces mientras van y vienen.
Todos los autos se limpian juntos y las veredas, las calles y los vidrios ni hablar.
Hay sin duda, quien la junta en un recipiente, destilada la llaman.
Y nos rocía si es tenue, hasta nos detiene bajo un lugar cubierto.
Parece un concurso de paraguas la calle, de tanto apuro uno se choca con ellos.Casi nunca además están en condiciones. como no llueve permanentemente no se tienen en cuenta.
Ese apuro nuestro.... por vivir!!
Llueve y me nació esto de escribirle a la lluvia.
Guardo recuerdos muchos, de momentos compartidos con ella. Generalmente nos despeina,Nos des prolija el cabello, lo desordena y en esos momentos nos vemos distintos.
De vez en cuando , hace bien cambiar de aspecto.
Y mientras todos se apuran, el tránsito se amontona, como que cada uno quiere llegar primero.Pocos la disfrutan - no hay tiempo - Eso creen todos. Ni la tienen en cuenta.
Guarda secretos y cuan bellos!!
Nos salpica, nos inunda según el desagüe de la zona donde se viva. Si estamos de a pie, lloviendo mucho no se consigue un carro vacío y se ponen contentos los que viven de ellos, pues su jornal se incrementa.
Al mojarse las calles...el tráfico es peligroso. Aturden los bocinados y es allí cuando nadie respeta a nadie, menos que de costumbre.
Por qué lloverá a veces?
Porque el cielo llora, porque las nubes estallan o quizás porque hay fiesta allá lejos!
Porque se necesita por sobremanera.
Si llueve poco, todos rezongan. Si mucho, todos se mojan. Nunca nadie está de acuerdo. Como casi siempre por todo.
Es parte de la naturaleza.
Habrá que aprender a recibirla. A disfrutar todo lo bueno que nos deja.
Como a cada cosa.
Hoy llueve, como tantas veces y nacieron letras para escribir de ella.
Tiene su encanto. Sólo hay que descubrirlo.