miércoles, 19 de noviembre de 2008

El camino del alma





Desde que nacemos, vamos hacia ella. En cada ciclo de la vida lo intentamos, sin advertirlo siquiera.
Las distintas secuencias, nos llevan a ir topándonos con señales que desde un comienzo nos muestran el camino pero al no tener conciencia de ello, no reparamos.
El alma está en nosotros desde que nos da a luz el hombre de ciencia.
Recién cuando crecemos y la parte racional comienza a fluir, vamos mirando nuestra propia película y comenzamos a ver el camino, ese que fuimos recorriendo como todo ser humano.
El camino del alma... es uno de los más bellos.
Crecemos con hábitos que nos inculcan desde pequeños, nos desarrollamos y vamos incorporando conocimientos nuevos, infinitos son ellos.
Sobre todo, cuando no entendemos por qué ocurren ciertas situaciones.
Y por ser humanos y al tener libre albedrío y al no ser conformistas, estudiamos, investigamos, leemos y cada vez que lo hacemos hay más y más que aprender.
Los beneficios que podemos obtener de cualquier tema abordado, serán proporcionales a la fe que pongamos en ella.
Cuando se emprende la investigación del alma se debe proceder a retirar la conciencia del mundo, de los objetos para volver hacia el interior. Y así se hace la percepción conciente del alma.
La esencia de la sabiduría del alma puede germinar en la tierra del corazón sólo cuando ésta ha sido cultivada eficientemente.
La realidad de uno es el alma.
Aquellos que no se desapegan de deseos por objetos materiales, no podrán alcanzar la conciencia de la realidad del alma.
Es como, que viviendo se advierten caretas en cada uno de nosotros y detrás de ellas existe lo que somos realmente.
El alma es una chispa de lo divino.
Los que llegan a ser libres, pueden llegar a conocer su existencia latente.
Los años y el tiempo transcurrido de vida, nos hacen tener sed de todo lo referente ha ese camino hacia ella.
Y al llegar al conocimiento de uno mismo es cuando nos elevamos de manera increíble y lo hacemos con una paz nunca conocida anteriormente.
Intangible sin duda, plena.
Permitiéndonos volar permanentemente.


Texto adaptado para el espectáculo coreográfico a cargo del IDAM BALLET - iNSTITUTO DE DANZA, EXPRESIÓN Y MOVIMIENTO - Directoras: Martha Lozano y Nora Padula
Jockey Club de Rosario 15-10-98
Museo Municipal de Bellas Artes Juan B Castagnino 20-11-98

2 comentarios:

mia dijo...

Bella reflexión cargada de filosofía

y verdades muy profundas!

Qué bien sabes decir Nerina!

♥♥♥besos♥♥♥

Lobo Atento dijo...

Que precioso Nerina, que bonito.

Bueno, te descubri hace poco, pero tus palabras me llenan mucho...
Me otorgaron un premio al esfuerzo personal y pense en ti. Pásate por mi blog a recogerlo:
http://lobo-atento.blogspot.com/

Saludos y enhorabuena!!